La totalidad de las fuentes románicas, o de tradición románica, se hallan bajo tierra excavadas en túneles. Existen sin embargo algunos ejemplares que, por tener el nacimiento del agua en lugares donde el terreno es llano, el conjunto edificado, salvo el propio depósito, emerge en la superficie aflorando en toda su dimensión.
Sólo en la parte exterior de la bóveda diponen de algo de tierra para que el cerramiento de la misma sea mas compacto, perseverando así una imagen semisubterránea semejante a la de las excavadas
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